Las educadoras de ALBA han estado trabajando con algunos de los perros que viven en el albergue y que han sido abandonados. Les ayudan a volver a adaptarse a una vida normal para que puedan ser adoptados. En la protectora de animales es una de las cosas más importantes y hemos querido compartir con vosotros una de sus sesiones.
En este post podéis ver algunas fotos tomadas la semana pasada durante las sesiones que realizamos con los perros del grupo de trabajo. En ellas podréis ver a TENEGUÍA, una de nuestras grandullonas, acompañada de Josefina, una de nuestras voluntarias. También veréis a nuestro SAIPAL acompañado de Fran otro de nuestros voluntarios, y a NYLON, VIGILIA y GANSO GALLI, junto con PITU, el perro de Sara.
Normalmente, iniciamos nuestras sesiones con un paseo por los alrededores del albergue. De forma relajada, los perros se relacionen tanto con las personas como con los demás perros que forman el grupo. Se trata de hacer un paseo para reducir el estrés, de que los perros vayan distraídos olisqueando, trabajamos el vínculo con nuestros perros, el contacto visual, caminar sin tirar de la correa, un poco de obediencia (sentado, echado, quieto), que compartan recursos entre ellos.
Una vez que hemos caminado durante un rato, acostumbramos a hacer un alto en el camino, aquí introducimos algo de manejo, cepillado, masaje, es un momento para que se observen unos a otros. Aquellos perros que se activan ante la presencia de otros perros, aprenden a observar desde la distancia a los demás perros para poco a poco ir reduciendo esta distancia y en unas cuantas sesiones ser capaces de permanecer tranquilos echados en el suelo junto con los demás.
Cuando comenzamos a trabajar con un perro nuevo, tardan muy pocas sesiones en darse cuenta de que en el grupo se respira un aire de relax y calma.
Un saludo.
Violeta Mimendi.
