Inari

Fecha de publicación: 11/05/2016

Fecha de entrada en albergue: 23/04/2016

Nacido: 10/06/2010

Sexo: Hembra

peso 7Kg
tamaño 35cm

Su historia

Me llamo Inari, que es la diosa japonesa del éxito, y es que después de pasar unos 5 años por las calles y campos de un pueblo de Ávila, he tenido mucha suerte de que me hayan encontrado. Los vecinos me daban de comer pero yo no me dejaba tocar por nadie y huía si se acercaban a mi. Unos voluntarios de Alba me vieron cuando iban en coche y pararon a ver de donde salía... Después de perseguirme un rato por el campo, me quedé en la esquina de un muro quieta del miedo, y me pudieron coger. Cuando me tocaron temblé bastante, mucho tiempo sin que nadie me haya tocado... Pero en cuanto me pusieron la correa empecé a mover el rabo y les seguí sin dudarlo mucho andando hasta el coche. Me hice unas cuantas horas de viaje tumbada en el asiento de atrás sin moverme. Aunque aún le tengo un poco de miedo a todo me dejo acariciar sin ponerme tensa y tampoco pongo pegas a que me cojan en brazos... Cuando me recogieron estaba llena de garrapatas y muy sucia, pero ya me han bañado y me han buscado un compañero con el que me llevo bien. Seguro que avanzo muy rápido y me iré acostumbrando a los mimos, a los paseos...

 

Ya está castrada, análisis de leishmania y ehrlichia negativos.

23/05/2016 La voluntaria Irene nos comenta:

 

Inari: Ha perdido el miedo, aunque aún tiene que acostumbrarse a situaciones nuevas, como sitios con mucha gente, coches, etc. A las personas ya no les tiene miedo, al contrario, te busca y se pone muy contenta en cuanto entras a verla, incluso te pone las patitas en el regazo y te empuja con la cabeza para que la acaricies. Si le dices algo enseguida se pone como loca a mover el rabito... Aunque los movimientos bruscos aún le asustan un poco. Con los demás perros se lleva bien, pero prefiere que no la molesten para jugar. Pasea bien con la correa, no se para y no tira, y si le asusta algo, la llamas y enseguida te sigue otra vez. Se deja manejar perfectamente para ponerle el arnés, cogerla en brazos, etc.